Joaquín Sama Naharro.
Médico, humorista, dibujante y escritor nacido en Madrid que vivió en Córdoba a partir de 1944, con consulta y residencia en la antigua calle Polifemo, posteriormente nominada con el nombre de este popular galeno.
Hijo de médico y nieto del famoso profesor Sama Vinagre, fue el mayor de cuatro hermanos, nacidos en el seno de una familia de la alta burguesía madrileña muy estrechamente vinculada con la Institución Libre de Enseñanza, donde se educó rodeado, además, de un ambiente de poetas, pintores y literatos.
Con 14 años ganó el primer premio al mejor cartel en un concurso que se celebraba todos los años en Madrid y desde entonces no cesaría su actividad publicando en diversos periódicos y revistas españoles y extranjeros, al tiempo que terminaba los estudios de bachiller y luego de Medicina en la Facultad de San Carlos de Madrid.
Terminó Medicina con 23 años y poco después, al fallecer su padre, tuvo que asumir todas las obligaciones profesionales de su progenitor, tanto de la consulta particular, como de médico de empresa de los Almacenes Rodríguez de Madrid.
Su incombustible humor y permanente creatividad artística le permite compaginar la actividad médica con colaboraciones en diversas publicaciones, así como desarrollando una intensa vida social con asidua asistencia a teatros, conferencias y tertulias literarias en el Ateneo de Madrid o el famoso café Gijón.
Excelente dibujante, especialmente brillante en la descripción de multitudes y detalles, introdujo en el humorismo gráfico español, la complementariedad entre el texto y el dibujo, antes de él, siempre disociados.
Con Enrique Jardiel Poncela, entabló una estrecha amistad compartiendo innumerables vivencias, confidencias y colaboraciones.
Militarizado en la Guerra Civil fue directamente ascendido a teniente médico del Ejército Republicano, sin haber pasado antes por Academia Militar ni escalafón castrense alguno. Fue destinado al Batallón del Subsuelo, colectivo encargado de la defensa del alcantarillado de Madrid, un enorme laberinto de interminables y oscuras galerías en el subsuelo de la capital.
Sin ninguna adscripción política padeció también el rechazo de las fuerzas izquierdistas, que lo veían poco escorado hacia ese lado, posiblemente debido a que su pensamiento independiente unido a la cuidada elegancia de su porte lo encasillaban en la reprochada burguesía. Durante la Guerra se sintió obligado a cambiar su habitual indumentaria por cazadora y boina proletaria.
Durante la triste contienda nunca abdicó en el ejercicio de su calidad de humorista, no cesando en sus comprometidas aportaciones periodísticas y publicando en la primera página del “Heraldo de Madrid” la viñeta humorística diaria.
Pocos meses después de terminada la guerra fue fulminantemente condenado por Tribunal Militar, en juicio sumarísimo, a 12 años y un día e inmediatamente encarcelado en la Prisión de Hombres nº 1 de Madrid, pendiente de destierro. Destinado hacía el sur, tras varios meses en Castro del Río fue trasladado a Córdoba, en cuya prisión del Alcázar de los Reyes Cristianos hacía falta un médico, para atender a los más de tres mil reclusos, lugar donde desarrolló una incontable y permanente labor humanitaria.
Cumplidos cuatro años de condena y tras padecer una larga temporada en que ni siquiera le permitieron desempeñar su profesión de médico, fue autorizado para trabajar con la condición de que ejerciera en un barrio de las afueras de Córdoba, ubicándose en la entonces marginal Huerta de la Reina, donde empezó a acudir a su particular consulta una clientela que se hizo enseguida muy numerosa y donde llevó a cabo una intensa y valorada labor asistencial.
El autor Diego Sanjosé escribió sobre Joaquín Sama:
En los complicados años 40, el desterrado y preso político Joaquín Sama Naharro, pese a su origen y formación, debió sufrir en Córdoba las adversidades propias de la posguerra en una sociedad dominada por los fanatismos de la vencedora derecha. Adversidades que este singular profesional logró superar, sin duda, con su comprometida entrega, durante más de cuarenta años, a sus numerosos pacientes sin abandonar nunca su peculiar y saludable sentido del humor.
Falleció el 6 de noviembre de 1989, a los 87 años.
Escribió:
Nuestra Prensa digital cordobahoy.es publicó éste artículo centrándose más en su faceta de humorista gráfico, recordando la efemérides de su nacimiento.
En la Guerra Civil no encajaba con sus camaradas republicanos que lo venían demasiado fino y tras la guerra lo condenaron al destierro aunque acabó en Córdoba, donde como médico en Huerta de la Reina se hizo con una sustancial clientela con la que ejerció una permanente labor humanitaria.
Todo un cachondo mental, que no encajaba bien en ninguna parte, pero se amoldaba a todo. Joaquín Sama Naharro, madrileño de nacimiento y cordobés de adopción, vio la luz tal día como hoy de 1902, y se podía considerar la dualidad chocante de una persona con chispa de esas que no hacen ruido pero lo inundan todo.
Y eso es así por vivir paradojas casi contradictorias que forjarían su carácter. Médico y humorista, de los de viñetas, con un trazo singular y muy claro, con carácter y sin necesidad de firma por reconocible. De gran calidad y complejidad. Y si el humor no lo perdió ni en la guerra, donde fue teniente médico del Ejército Republicano, destinado al llamado Batallón del Subsuelo (alcantarillas), su condición de médico tras la guerra fratricida española le hizo descubrir su faceta más humanitaria.
Y es que durante la contienda sus camaradas no le consideraban uno de los suyos, por sus modales y haber nacido en una familia de la alta burguesía, además de un alma extremadamente libre que no le ligaba a facciones ni partidos. Eso sí le obligaron a calarse la boina revolucionaria y proletaria y a vestir cazadora. Y a partir de 1939 comenzaron sus penurias. "Fue fulminantemente condenado por Tribunal Militar, en juicio sumarísimo, a 12 años y un día e inmediatamente encarcelado en la Prisión de Hombres nº 1 de Madrid, pendiente de destierro. Destinado hacía el sur, tras varios meses en Castro del Río fue trasladado a Córdoba, en cuya prisión del Alcázar de los Reyes Cristianos hacía falta un médico, para atender a los más de 3.000l reclusos, lugar donde desarrolló una incontable y permanente labor humanitaria", indica la web de Cordobapedia sobre este llamativo personaje.
Y como no dejaba de ser un rojo que participó activamente en la guerra, "cumplidos cuatro años de condena y tras padecer una larga temporada en que ni siquiera le permitieron desempeñar su profesión de médico, fue autorizado para trabajar con la condición de que ejerciera en un barrio de las afueras de Córdoba, ubicándose en la entonces marginal Huerta de la Reina, donde empezó a acudir a su particular consulta una clientela que se hizo enseguida muy numerosa y donde llevó a cabo una intensa y valorada labor asistencial".
En los complicados años 40, el desterrado y preso político Joaquín Sama Naharro, pese a su origen y formación, debió sufrir en Córdoba las adversidades propias de la posguerra en una sociedad dominada por los fanatismos de la vencedora derecha. Adversidades que este singular profesional logró superar, sin duda, con su comprometida entrega, durante más de cuarenta años, a sus numerosos pacientes sin abandonar nunca su peculiar y saludable sentido del humor.
Y mal que les pesara a muchos, fue longevo. Falleció con 87 experimentados años un 6 de noviembre de 1989.
De él también se ha dicho que fue amigo de Jardiel Poncela (comediógrafo sobre quien dejó inédito un texto memorialista, ’Jardiel Poncela, mi amigo de juventud y asfalto’), figura y presencia de la España republicana (ligado a la Institución Libre de Enseñanza) y humorista gráfico que, a los 12 años ganó un concurso en Pulgarcito y, ya profesional, se mantuvo siete años en el semanario satírico Buen Humor (Madrid, 1921-1931).
Publicó en el mercado exterior y fue unos de los dibujantes basales de los diarios El Sol y Heraldo de Madrid. Al finalizar la Guerra Civil continuó su actividad como humorista gráfico, cobijado bajo un racimo de seudónimos (Firlatito, Firulí de la Habana, Herr Otto, Iñauri, Isaac, Kekulé, O. Lebonne, Pott, Quince, Quincito, Rabá, Rabat o Sawa). En 1972, por unanimidad del Consejo General de Colegios Médicos de España, su nombre fue inscrito en el Cuadro de Honor de los Médicos Españoles, y en 1990, el Ayuntamiento cordobés le dedicó una de sus calles.
Publicó también en Balas Rojas, Buen Humor (Compañía General de Artes Gráficas), Crónica, Cucú, El Liberal, Estampa, Flirt, Fray Lazo, Gutiérrez, La Codorniz, Nosotros y Ráfaga. También como escritor tiene su obra ’Mi chapucera Guerra Civil’ (1986) y ’En la guerra y con Humor’, 1936-1939 (Joaquín Sama Naharro; autoedición. Villa del Río).
Entrevista a D. José María Ledo, día 01/07/2022
En la entrevista, nos da a conocer el Proyecto que presenta, ante su candidatura a Hermano Mayor de la Hermandad de La Estrella de nuestra barriada.
Le asignamos la c/ Joaquín Sama Naharro, por hallarse allí, la sede de la Hermandad, que él preside desde julio de 2022.
es NUESTRA WIKI-BARRIADA c/ JOAQUÍN SAMA NAHARRO ? | OPML ?